miércoles, 26 de diciembre de 2012

CASTILLO DE MANUELA

LA leyenda de Manuela

Manuela, según las leyendas de la zona era la hija del señor del castillo, y omitiendo sus deberes de fidelidad ante su matrimonio de conveniencia se enamoró de un joven cristiano con el que mantuvo una relación, su padre al enterarse “hace justicia” decapitando a Manuela en la pila de una de habitaciones del castillo, desde entonces el espíritu de manuela lleva siglos vagando por pasillos y salas del castillo buscando respuestas que expliquen su cruel muerte, según la leyenda el padre después de darse cuenta de lo que había hecho, arrepentido acabo con su vida y también se le escucha penando en las entrañas del Castillo de Manuela.




El Castillo

El castillo de Riba de Santiuste fue construido en el siglo IX y formaba un sistema de fortificación junto a otra atalaya situada en el cerrillo de la Horca, al noreste.

La sierra Ministra ha sido lugar constante durante la Alta Edad Media de batallas entre los distintos reinos taifas y entre éstos y el reinos cristianos del norte de la península. En 917, las tropas de Ordoño II de León realizaron incursiones contra las tropas andalusíes en Castromoros, que obligaron a muchos de sus habitantes a refugiarse en el castillo de Riba de Santiuste, como en otros cercanos a Sigüenza.

En 1085 la zona fue conquistada por las tropas de Alfonso VI de Castilla y en 1129 Alfonso VII de Castilla donó las fortificaciones y el pueblo al obispado de Sigüenza, que estaba encabezado por Bernardo de Agén, que financió la reconstrucción y ampliación del castillo.

En 1451 las tropas del infante Juan de Navarra toman, entre otras fortalezas de la zona, el castillo de Riba de Santiuste, que utilizaron como cuartel para ostigar a la ciudad de Sigüenza. En agosto de 1452 las tropas del obispo Fernando de Luján, enviadas por el deán Diego López de Madrid, reconquistaron el castillo de Riba de Santiuste.
El castillo fue destruido en 1811 durante la guerra del Francés, al igual que el de Atienza.
En 1973 fue subastado por el Estado y comprado por un particular, propietario también de los castillos de Galve de Sorbe y de Malqueospese. Desde entonces fue usado por la organización Nueva Acrópolis como lugar de realización de sus actividades hasta que sufrió un incendio y quedó cerrado y prácticamente abandonado.

Descripción

El castillo se encuentra situado en lo alto de un agudo peñón que domina Riba de Santiuste y el valle del río Salado. Por tanto, se encuentra en un emplazamiento estratégico que alcanzan extensos panoramas, a la imagen de otros castillos del mismo área como los de Atienza, Jadraque, Molina, Palazuelos, Peña Bermeja o Anguix.

Se trata de una fortaleza andalusí de tipo fronterizo construido con sillarejo y, pese a lo deteriorado de su estado y a no ser tan monumental como otras de la zona, su valor histórico-artístico reside en ser un excelente vestigio de la Edad Media feudal y cuyos muros han sido escenario de importantes acontecimientos históricos. Tiene el aspecto recio y severo de todas las fortalezas altomedievales, con el refuerzo y añadido posterior de finales del siglo XII y principios del siglo XIII. El primer recinto amurallado sigue los accidentes del terreno con una planta alargada en cuyos extremos aparecen torreones de refuerzo. Estas primeras murallas son altas y están almenadas e intercalan a trechos otros torreones menores. Su acceso está en el flanco norte a través de un camino que escolta la muralla.

Su ámbito interior tiene unas medidas aproximadas de 90 x 12 metros e incluye dos aljibes, tres grandes compartimentos independientes y las líneas divisorias de algunas pequeñas habitaciones dispuestas en dos cuerpos. El cuerpo del extremo sur, mirando al pueblo, tiene un patio cerrado por muros almenados que arrancando de la torre bajan en suave pendiente formando un espacio trapezoidal con dos torres gemelas en las esquinas entre las que corre una pared de cierre. Esta obra avanzada constituía un serio obstáculo para llegar a la fortaleza en el caso de ser atacada, y servía además para vigilar la pendiente.

El otro tramo se extiende desde la torre norte hasta que se inicia la fuerte pendiente del peñón. Circunscribe un espacio triangular muy alargado y termina en un torreón de planta pentagonal en forma de espolón.





















Más info sobre la historia del Castillo sus leyendas y fenómenos paranormales: http://www.g-600m.site11.com/salidas/manuela.html y en http://www.castillodelariba.com





jueves, 13 de diciembre de 2012

TORRECILLA DEL DUCADO


Torrecilla perteneció históricamente al ducado de Medinaceli desde su creación, allá por 1479, cuando Isabel la Católica elevó el condado de Medinaceli a ducado en la persona de Luis de la Cerda y de la Vega, V Conde de Medinaceli.

Esta situación perduró hasta principios del siglo XIX, cuando la localidad pasó a integrarse en el municipio de Olmedillas debido a las reformas políticas y administrativas emprendidas por los gobiernos liberales de la época. En 1828, Sebastián Miñano, en su Diccionario Geográfico, aún considera este pueblo como parte del ducado de Medinaceli:

“LS de España, prov. de Guadalajara, partido y obispado de Sigüenza, tierra del ducado de Medinaceli. A.P.: 37 vec., 167 hab., 1 parroquia aneja de Torete. Dista 6 leguas de la cabeza de partido. Contribuye con Medinaceli.”

Durante el siglo XX se vendieron la totalidad de las tierras propiedad de la Casa de Medinaceli, más de 14.000 hectáreas repartidas entre los veintiocho pueblos pertenecientes antiguamente a la misma. En las dos primeras ventas, que tuvieron lugar en 1902 y 1918 se vendieron aproximadamente cuatro mil hectáreas y entre 1966 y 1968 se vendieron las 10.000 restantes. En los años previos a estas últimas ventas los renteros ya sólo pagaban la contribución de las tierras, en la mayoría de los casos. La venta se hizo a una media de mil pesetas por hectárea, precio considerado por las partes intervinientes justo e incluso bastante bajo en casos como el de prados y dehesas. Para la adquisición de estas tierras se crearon distintas cooperativas.

En 1848, Pascual Madoz en su Diccionarios Geográfico situaba ya este pueblo en el municipio de Olmedillas:

“Lugar del ayunt. de Olmedillas en la prov. de Guadalajara (13 leg.), part. jud. y dióc. de Sigüenza (2 ½), aud. terr. de Madrid (33), c.g. de Castilla la Nueva. SIT. en llano con buena ventilación y clima sano. Tiene 27 casas, la que fue del ayunt. y una iglesia parroquial servida por un cura y un sacristán; confina el TERM. con los de Imón, Olmedillas, Alboreca, y Matas; el TERRENO bañado por un arroyo que brota dentro de la jurisdicción es de regular calidad; comprende buenos montes poblados de encina, roble y chaparros con algún otro árbol. CAMINOS: los locales en mal estado. CORREO: se recibe y despacha en Sigüenza. PROD.: cereales, legumbres, leñas de combustible y carboneo, y buenos pastos con los que se mantiene ganado lanar y vacuno; hay caza de liebres conejos y perdices. IND.: la agrícola y recriación de ganados. POBL.: 27 vec., 117 almas. CAP. PROD.: 756.000 rs. IMP.: 37.800. CONTR.: 2,094.”

En los veinte años que median entre los censos de Miñano y Madoz, el pueblo perdió 50 habitantes, una tendencia iniciada en el siglo XIX, pero que continuaría en las décadas siguientes. En 1975 la aldea sólo contaba con 15 habitantes y en el censo de 1990 todavía tenía 9 vecinos.

En los años de 1930, Torrecilla del Ducado se separó del municipio de Olmedillas y pasó a formar parte del de Sienes. Este último municipio tiene hoy tan solo76 habitantes y de los tres núcleos que lo forman, dos están abandonados: Tobes y Torrecilla del Ducado.